El domingo por la mañana se produjo una pelea entre dos grupos de jóvenes -conformado por entre 5 y 6, personas cada uno-, en la esquina de las Avenidas San Martín e Irigoyen de Ramallo.
La pelea habría comenzado en otro punto de la ciudad y cuando se volvieron a encontrar en el lugar en cuestión, se comenzaron a agredir a trompadas y piedrazos.
“Podría haber terminado en una tragedia, porque las piedras eran muy grandes y se agredían sin mediar consecuencias. Uno de los grupos andaba en un auto, que quedó todo abollado por las piedras”, comentaba un circunstancial testigo de la pelea a snrhoy.com.ar.
Una de las piedras arrojadas rompió una de las puertas de vidrio al Mini Shop de la estación de servicio.
Al parecer, y esto ingresando dentro de una información extraoficial, uno de los grupos había arribado primero y se escondieron en el baño de la estación de servicio a la espera que lleguen sus rivales. Cuando esto ocurrió, salieron y comenzó la pelea.
A los pocos minutos de comenzado los incidentes arribó al lugar un patrullero de la Policía Comunal Primera, cuyo personal también fue agredido a los piedrazos, pero ningún de ellos sufrió heridas.
Posteriormente, ambos grupos se dieron a la fuga corriendo en diferentes direcciones para escapar de los efectivos, pero dos de ellos lograron ser aprehendidos al intentar esconderse en un domicilio de calle Catamarca.
Logrando aprehender a dos de estos jóvenes -un mayor y un menor de edad-, que fueron trasladados a la dependencia policial.
Minutos después, otros dos jóvenes fueron hasta la comisaría a averiguar la situación de sus amigos, se pusieron violentos con los policías que estaban en la zona de la guardia, y también terminaron aprehendidos.
Se iniciaron actuaciones por “Resistencia a la Autoridad” y a los mayores se les dio la libertad en el transcurso de la mañana de ese mismo día. En tanto que el menor fue entregado a su madre.