El 8 de marzo de 1976 un grupo guerrillero llevó adelante un copamiento armado en el puesto de guardia de la empresa Fiplasto y asesinó a cuatro policías que estaban cumpliendo con un servicio de vigilancia adicional.
En un día lluvioso -como amaneció esta mañana-, un grupo de asesinos -presumiblemente todos foráneos-, pero que contaron con información y logística de vecinos de Ramallo, llegó a la empresa.
Los asesinos se entremezclaron entre los trabajadores, quienes estaban esperando para cobrar sus sueldos. Y en un momento dado comenzaron a disparar con ametralladoras hacia donde se encontraban los cinco policías que estaban cumpliendo con su trabajo.
Los cabos Juan Manuel Manteiga, Enrique del Moro, Ernesto Marchio y el agente Juan Carlos Montivero murieron en el acto. El cabo David Oscar Mamberto salvo milagrosamente su vida protegida por los empleados que lo ocultaron en el baño del lugar. Aquellos que peinan canas aseguran que el objetivo de los guerrilleros era el dinero y terminar con la vida de los uniformados para quedarse con sus armas.
Los cuatro efectivos policiales fueron velados en la municipalidad de Ramallo y miles de personas pasaron por la capilla ardiente para rendirle su homenaje.
Manteiga, del Moro, Marchio y Montivero, solo se los ha recordado en un puñado de oportunidades y su crimen ha quedado impune.
En este medio se los quiere recordar porque nunca es tarde para reclamar justicia ¿llegará en este caso?
