La conferencia de prensa que llevó adelante en la mañana del viernes el intendente municipal de Ramallo, Mauro Poletti, acompañado por el asesor letrado, Dr. Ignacio Zubiete, despertó todo tipo de comentarios en el ámbito ramallense y también de la región.

Más allá del proyecto de la Emergencia Económica, Financiera y Administrativa de la Municipalidad de Ramallo -misma situación del gobierno provincial y muchos de los municipios de la provincia-, Poletti adelantó que en uno de sus articulados se habilitaría al ejecutivo municipal a llevar adelante la venta de las deudas de contribuyentes a terceros. Puntualmente, Poletti mencionó que ya habría inversores interesados en comprar los juicios contra la empresa Ternium, en los cuales la justicia avaló a la Municipalidad de Ramallo y ahora la empresa apeló ante la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires, por lo que solamente quedaría el tratamiento por parte del concejo deliberante.

Desde el 10 de diciembre el ejecutivo tendrá mayoría absoluta en el cuerpo -9 concejales de Frente Patria; 5 de HECHOS; uno de Juntos por Ramallo y otro por la Vecinal 24 de Octubre.

Todo indica que será aprobado al menos por mayoría, pero la gran duda está en saber qué pasará con posterioridad. Porque, más allá que el municipio pueda vender la deuda que mantiene Ternium por el pago de la tasa de Seguridad e Higiene, es una empresa con la que tendrá que seguir manteniendo el contacto correspondiente por cuestiones obvias ¿Qué pasará en ese momento? ¿Renacerá el dialogo o se la seguirán midiendo?

Objetivos

Que los municipios puedan vender deuda a terceros significa que pueden vender sus bonos u obligaciones de deuda a otros inversores o instituciones financieras y de esa manera cobrar las deudas que por uno u otro motivo no podían. Esto les permite obtener liquidez inmediata para financiar proyectos o cubrir gastos, mientras que los compradores pasan a ser los que reclaman el pago de esos bonos en el futuro.

En off, desde el municipio sostienen que el objetivo de esta iniciativa es conseguir los fondos que permitan sostener la normalidad económica -esta movida de Ternium logró poner en riesgo la prestación de los servicios y algunas de las obligaciones con proveedores-, salir de la incertidumbre que se está viviendo por estos días y a futuro, luego de algunas variables recaudatorias que se incluyeron en el presupuesto que se puso a consideración de los concejales para el próximo año, trabajarán sobre otros mecanismos de recaudación para que dicha empresa, hoy el contribuyente más importante, sea uno más y no el único.